“Decir que no te preocupa la privacidad porque no tienes nada que ocultar es como decir que no te preocupa la libertad de expresión porque no tienes nada que decir”. E. Snowden.
Edward Snowden pronunció esta frase y, como tantas otras, se ha hecho viral y está continuamente circulando por las redes sociales. De hecho, seguro que todos hemos oído en muchas ocasiones eso de: “No tengo nada que ocultar” o la otra versión: “Yo no tengo nada importante, ¿quién va a querer acceder a mi información?”
Siempre he creído que la gente que dice este tipo de cosas no es realmente consciente de lo que significa la privacidad.
La privacidad es importante por bastantes razones. Algunas tienen que ver con las consecuencias de no tenerla: a las personas se les puede perjudicar si cualquiera puede acceder a su información personal y utilizarla. El Caso del Celebgate, una invasión por parte de un hacker de las cuentas de iCloud de unas 100 celebridades, filtró fotos íntimas y privadas de todas ellas, y es el caso más conocido porque afectó a personas muy conocidas. Sin embargo, hay mucha gente anónima en el mundo que cada día ve alterada su vida, muchas veces sin poder darse cuenta de ello, porque su información privada y personal acaba en las manos equivocadas.
La red se está llenando de artículos en los que se advierte de los riesgos a los que se exponen a nuestros hijos con fotos y filmaciones en las redes sociales; y no es para menos, no debemos olvidar que un día crecerán y serán adolescentes y adultos que querrán tener control sobre su identidad digital, y quizás entonces ya no pueda ser así. Nosotros, como padres responsables, no deberíamos comprometer su derecho a la imagen y privacidad desde que son bebés.
Otras razones por las que la privacidad es importante son más esenciales y afectan a la naturaleza misma del ser humano. El respeto por la persona implica el respeto por su libertad y privacidad personal. Perder el control sobre tu información personal es, de alguna manera, perder el control de tu vida y, en algunos casos, de tu dignidad.
Por lo tanto, incluso si la privacidad no fuese en sí misma un derecho fundamental, es necesaria para proteger otros derechos fundamentales.
Teniendo esto claro, ¿qué podemos hacer para proteger nuestra privacidad?
Hace algunos años, toda nuestra información estaba registrada en papel. Todo el mundo se aseguraba de que los papeles importantes estuvieran en todo momento bien guardados, y que sólo fueran accesibles para las personas autorizadas.
Hace 20 años, todo adolescente tenía una de estas cajitas de seguridad para guardar sus cosas más preciadas y privadas, como por ejemplo, sus cartas de amor. Y todo el mundo sabía que el elemento más importante en este sistema era que fuese resistente y que tuviera una llave. Quien tuviese la llave, tenía el control de lo que había dentro. Si en uno de esos devenires crueles del destino sucedía que, por ejemplo, tu hermano o hermana robaban la llave… ¡¡horror!! Esas cartas estaban comprometidas para siempre y en manos de los hermanos que eran posiblemente los que más daño podían hacer, en el momento oportuno, al propietario de esas cartas.
Pero ¿qué ocurre ahora? Ahora ya no hay cartas en papel. Hoy en día, toda nuestra información está en formato digital, nuestra vida entera se ha convertido en una colección gigante de ficheros digitales.
No debemos olvidar que esta cantidad de información en continuo crecimiento es nuestra historia, nuestros recuerdos, nuestra vida. Éste es el tema: tu historia, tus recuerdos y tu vida.
Si hablamos de negocios, la información es vital; de hecho, a menudo, es el activo más valioso de las empresas.
Piensa en la cantidad de información crítica que se maneja en el entorno profesional: información sobre clientes, empleados, datos personales, proyectos, propiedad industrial, estrategias de negocio, planes de acción, etc.
Entonces, ya conscientes de lo importante de nuestra información, la pregunta ahora es:
¿Dónde la guardamos? ¿Cómo la protegemos?
Algunos usuarios invierten en discos duros de más capacidad para sus servidores, otros usan dispositivos de almacenamiento externos o DVDs y otros, ya desesperados, van borrando carpetas para liberar espacio y que les quepa información nueva. Pero el hecho es que no sólo debemos contar con dispositivos físicos para almacenar nuestra información, ya que se rompen, se corrompe su contenido, nos los pueden robar o simplemente los podemos perder. Y con ellos toda la información que contenían.
Para resolver este riesgo ha irrumpido en el mercado una nueva tendencia en la que se ofrece enorme capacidad de almacenamiento a bajo coste y algunas veces gratis. Es lo conocido como “almacenamiento en la nube” y es algo que permanecerá con el paso del tiempo.
Almacenar tus datos en la nube significa que tus datos están guardados en servidores y bases de datos remotas que mantienen y gestionan otros en lugar de estar en tu ordenador o en alguna infraestructura de almacenamiento local.
Para minimizar riesgos de que los datos se pierdan o se alteren, los sistemas de almacenamiento en la nube utilizan cientos de servidores en los que almacenan los datos de sus clientes en varias máquinas a la vez. A este proceder se le llama introducir redundancia.
La mayoría de los sistemas proveedores de nube almacenan los datos de sus clientes en múltiples servidores que necesitan distintos sistemas de alimentación, conexiones a la red, sistemas de refrigeración, etc. Lo que resulta de utilizar esa multiplicidad de sistemas equivalentes se conoce como “tolerancia a fallos”, y es lo que asegura que los datos sean recuperables incluso en el caso de que falle algún servidor.
Estas dos características, la redundancia en los datos y la tolerancia a fallo de los sistemas, hacen el almacenamiento en la nube algo único respecto a otros sistemas de almacenamiento, ya que aseguran que nuestros datos estarán siempre disponibles, que no se perderán.
Suena perfecto, ideal ¿verdad?
Entonces, ¿hay algo que temer? ¡Por supuesto que sí! Nuestros datos están ahí fuera, sin nuestro control.
Siempre existirá la posibilidad de que un hacker encuentre una puerta trasera en la nube y acceda a tu información almacenada en ella. También puede darse que un empleado descontento de la empresa proveedora de nube robe o altere tus datos. Otras empresas podrían gustosamente pagar para poder acceder a copias de la propiedad industrial de sus competidores. En cualquier caso, el proveedor de almacenamiento siempre tendrá el control sobre toda la información que almacene.
Para resolver este temor siempre justificado, las compañías de almacenamiento en la nube invierten grandes sumas en medidas de seguridad y una de ellas es el cifrado de los datos. El cifrado es un proceso mediante el cual, usando una clave criptográfica, la información original se transforma en algo completamente ilegible. Y ¿qué es lo más importante de este proceso? ¡Exacto! La clave de cifrado. Quien tenga esa clave, al igual que sucedía con las llaves de las cajas de seguridad, podrá acceder a la información. Si el proveedor de nube es el que tiene y controla las claves de cifrado, entonces el cifrado no protege tu información de él.
El cifrado solo es útil si tú y solo tú controlas las claves criptográficas.
El cifrado funciona, que se lo pregunten a Snowden, pero el bueno de verdad es complejo y normalmente requiere experiencia para utilizarlo y gestionarlo correctamente, aunque… ¡buenas noticias! Ahora existen en el mercado soluciones robustas y fáciles de utilizar, como SMiD, un sencillo dispositivo que cifra la información antes de almacenarla donde el usuario desee, incluso cuando lo hace en nubes públicas. SMiD tiene una llave de arranque que es necesaria para activar el dispositivo, y que sólo la tiene el usuario. Antes teníamos nuestras cajas de seguridad para guardar nuestras cartas, ahora tenemos SMiD para guardar de manera segura todos nuestros archivos en cualquier nube.
Resumiendo podríamos decir:
- El almacenamiento en la nube es una solución fantástica porque nos asegura que nuestra información estará intacta y siempre disponible,
- Pero es mejor si nosotros, como dueños de la información, nos encargamos de su seguridad y privacidad.
- Ahora hay magníficas soluciones de cifrado para todos los usuarios en el mercado, como SMiD.